Un equipo de científicos que se dedicó a recorrer este verano los bosques de la costa norte de California anunció el descubrimiento del ser vivo más alto de la tierra, el árbol apodado Hyperion, de algo más de 115 metros.
Hyperion y otros tres titanes recién descubiertos en el Parque Nacional Redwood, cerca de Eureka, al norte de San Francisco, destronan a Stratosphere Giant, la secuoya que hasta ahora tenía el título de ser vivo más alto.
Por el momento, los científicos han descubierto unas 135 secuoyas que se elevan por encima de los 100 metros, según dijo Chris Atkins, el naturalista que dio con Stratosphere en el verano de 2000.
El descubrimiento ha sorprendido a los expertos, ya que no esperaban encontrar más árboles de este tamaño en una zona que durante años fue pasto de las madereras y que no cumple con las condiciones que hasta ahora se pensaba que eran idóneas para albergar a este tipo de gigantes.
Atkins no ha difundido la ubicación exacta de los árboles, y el director del parque nacional señaló que será casi imposible que los visitantes den con su paradero ya que no crecen aislados, como las secuoyas gigantes, y por lo tanto son más difíciles de identificar.
"Hacerse paso entre la maleza en ese tipo de terreno es como escalar el Everest", dijo Atkins al "San Francisco Chronicle".
California es, además, cuna del árbol más voluminoso, la secuoya gigante General Sherman, en el Parque Nacional de las Secuoyas, y del más viejo, Methuselah, de unos 4.650 años de antigüedad.
En cuanto al árbol más alto del que se tiene constancia, no vivió en California sino en Australia: se trata de un eucalipto que, de acuerdo con los datos obtenidos en 1872, superaba los 150