La Pradera Sin Ley

La Pradera Sin Ley, también conocida como la pradera sin madre evoca una época de grandes descubrimientos que serán redesvelados a través de este blog. Todo lo que aquí se describirá tuvo existencia real (aunque fuera por momentos).

29.6.06

El Gordo (1990). Pesadilla catódica 50/110.

José Coronado se estrenaba en televisión gracias a la enésima versión de concursete de preguntas y respuestas americanas (antes de la abominable “Hermanos de Leche”). El recuerdo que tengo es muy borroso: había cartones con números, un finalista, preguntas de temas variopintos… Lo que sí recuerdo bien es que la ¿revista? Teleprograma regalaba unas tarjetitas con números, había que ir tachando los que iban saliendo y te podía tocar algo de dinero desde casa.

No había más remedio que “tragárselo” porque después empezaba “Noche de lobos”. Y debe ser que por culpa de los sustos generados por las películas Coronado salió pitando del espacio entrando en su lugar la temida Irma Soriano, que cómo no revolucionó el programa. Hasta cambió el nombre por el de “Supergordo”, y lo llenó de actuaciones como Eloy Arenas (que seguía jodiendo la pava con el número de los horóscopos ya visto desde tiempos del 1,2,3…), los Golden Apple Quartet (atajo de grimosos) y mi querido Tip acompañado de una persiana, una cabra y un botijo (totalmente surrealista y maravilloso).

27.6.06

Vip (1990). Pesadilla catódica 49/110.

El aborrecido por todos los amantes de la televisión Jose Luis Moreno volvía a la carga a principio de los noventa y para ello contaba con famosotes, como dicen en las tierras conquistadas y vilipendiadas por los colonos ingleses: Vip’s (Muy Importante Persona) en un espectáculo de iluminación, música y colorines.

Una colmena cuadrada de nueve celdas (3x3) era ocupada por los nueve artistas que tenían contrato con la cadena o estaban haciendo promoción por allí. El juego era algo así como un “Verdad o mentira” (¡Como ese concurso de Alberto Oliveras que plagiaba descaradamente!). Los concursantes tenían que responder sí o no a las afirmaciones de los famosos hasta conseguir hacer tres en raya para que sonase la canción: tres en raya, tres en raya, tres en raya bocadillo de caballa. “Entre medias” los ya comentados en otros capítulos (¿por qué nadie le ha prendido fuego a esos muñecos?) Monchito, Rockefeller y música en directo.

Pensando que la población española necesitaba una mayor dosis de tontería que pudiera devenir en un aborregamiento mayor si cabe del personal se decidió instituir “Vip” de lunes a viernes por la tarde-noche, “Vip-Guay” los sábados por la tarde (quién no recuerda esa letra de entrada: “hoy en Telecinco, qué es lo que hay, que te lo digo yoooooo, Vip Guay” y “Vip Noche” para los domingos por la noche (a eso le llamo yo rentabilizar oportunidades y rebajar costes). Por este tiempo aparecía por allí Emilio Aragón (hasta entonces conocido como Milikito, el hijo de Miliki) y aprovechó muy bien la oportunidad para saltar a la fama (sobre todo a través de sus historietas de humor y supuesta frescura). Quemado, Antena 3 le ofreció un contrato multimillonario y blindado que le permitió estrellarse con “Noche, Noche”… para poco después seguir achicharrándose con “El gran juego de la oca” (otra pesadilla catódica que no puedo evitar pasar por alto). De “Médico de familia” terminaría como el palo de un churrero y desde entonces acude a terapia para saber quién es y dónde está con Paco Lobatón.

Mané (a veces me pregunto si lo de su fallecimiento no es una leyenda urbana y está con Jesús Gil haciendo una versión venezolana del “Las noches de tal y tal…”), Belén Rueda (que con los años está más guapa como el buen vino ¿dónde está esa garza pavisosa que conocimos en este programa?), las Cacao Maravillao (surrealista), Carmen Russo y sus globos, (¿Cuántos años tiene esta mujer, teniendo en cuenta que ya “era vieja” en los 90? Papelón en Supervivientes), Loreto Valverde (mejor no digo nada), Talía… arropaban al heredero de Los Payasos de la Tele que en lugar de nariz redonda y roja llevaba bambas blancas, pese a que Pumares muerto de envidia nos recordase a todos que el atuendo frac+deportivas lo usaba Elliot Gould.

Y no, no tengo nada personal contra Jose Luis Moreno pero odio su sentido del espectáculo.

26.6.06

La quinta marcha. Pesadilla catódica 48/110.

Programilla de regusto subnormal, ceporro y analfabeto emitido por Telecinco los domingos en plena hora de las comidas. Agresión continua al pentagrama, a la clave de sol y a cualquier vestigio de notas musicales correctamente colocadas.

Quique Supermix en pleno desfase provocado por el éxtasis o por sus circunstancias personales.(te has quedado medio "volao") con Xuxa como ayudante en las tareas de presentación. Los presentadores intentaban imitar la ese pedazo de serie 90210 Sensación de vivir en peinados y ropa.


Todo muy cutre, explotando la moda del bakalao y la ruta hacia Valencia con Chimo Bayo a la cabeza. De vergüenza. Esta vez os dejo que comentéis a todos los que cabalgáis por vuestra praderita.

24.6.06

No te lo pierdas (1990). Pesadilla catódica 47/110.

Leticia Sabater pasaba de ser azafata en la Vuelta a España a intentar ocupar el trono dejado por Maria Luisa Seco (Miriam Díaz Aroca y sus patines eran también candidatos hasta que se desengañaron).

Niña de papá que intentó el salto a la fama con un programa delirante, ridículo, falto de sentido común (hecho a su medida). Supongo que el hecho de tener un desarrollo cognitivo propio de los 6 años facilita la tarea de conectar con los infantes.

Llegó a grabar un maxisingle con letras como “Esta es la mía, en tu casa o en la mía” o “Mi vecina favorita”. Explotaba cierto tono sexual que no me atrevo a decir porqué nadie le ha echado en cara.

De hacer el ridículo con los chavales pasó a la comedia “Taller mecánico” de Mariano Ozores en la que nos demostró sus dotes como actriz nulas. De ahí el salto a Telecirco con “Desayuna con alegría”, “A mediodía alegría” y “Vivan los compis” (un Vivan los novios despertando la sexualidad a menores).

Ha resistido en la 2 muy bien durante algunos años enseñando culo, luego pasó a La isla de los famosos y en Crónicas Marcianas no hubo quien la aguantase.

Por cierto, que va a hacer un año que La Reina de los Siete Mares y un servidor coincidimos con Leticia en un concierto. El espectáculo fue deplorable, dantesco, asqueroso, pseudo-pornográfico, triste… Os cuento, la señorita se presenta con dos horas de retraso en lo que se supone que es un espectáculo infantil. Tiene un cuerpo de baile formado por dos chicos, una chica y una niña de unos quince años.

El show comenzó con un “playback” de Shakira, continúo con un poquito de esa mierda de perreo que tan de moda está y nos remató con canciones de la Disney (los pocholitos abandonaron en ese momento). Los modelitos iban desde pantalones vaqueros muy cortos a súper-minis. A destacar el gorrito con orejitas de Mickey. Todo el tiempo mantenía un intento de actitud que intentaba ser sexy pero llegaba a ser erótico-festiva e incluso pornográfica (un numerito con una pistola futurista de juguete que despertaba una vergüenza ajena del nivel de Cañita Brava en El Semáforo). La chica se hartó de pronunciar tetas y enseñar culo y entrepierna para disfrute de padres, vergüenza de madres y desconocimiento de niños.

Destacar la presencia de un grupo de jóvenes que se lo pasaron de miedo dando saltos y coreando las canciones de la artista que se atrevieron a hacer un par de pancartas en las que pedían un poquito de dignidad para unas fiestas que en justicia no se merece ningún ser humano.

La ruleta de la fortuna (1990). Pesadilla catódica 46/110.

Creo que fue Telecinco la cadena que empezó con este programa dirigido a un público entre 3 y 90 años, como la mayoría de los juegos MB. Originario de los USA contaba con un anfitrión o presentador y una sugestiva “azofaifa” o mujer florero que se encargaba de desvelar el panel.

Ya saben, adivinar refranes, recetas, personajes a base de decir consonantes y comprar vocales. El dinero iba en función de los “gajos” de la ruleta y existen casillas con premios directos. La ruleta es demasiado grande y hace ruido. Los premios han ido bajando tanto a nivel económico como de premios. La dificultad de los paneles ha ido disminuyendo con los años para adaptarse al nivel cultural de población.

Dos cadenas adquirieron los derechos: Telecinco y Antena 3 (actualmente en Antena 3 a mediodía, aunque no se porque lo han cambiado de nombre, debe ser una cuestión de derechos sobre el espacio).



Han pasado por el programa Bigote Arrocet (demasiado cargante) y Mabel Lozano, Irma Soriano y Andoni Ferreño, Goyo González, Jesús Vázquez, actualmente lo presenta este que fue Mr. España y que ha participado en Gran Hermano también de presentador, no se cómo se llama. Sin embargo tengo que destacar al mejor presentador que ha pasado por este programa: Fernando Esteso. Con esa expresión lela y de ausencias que desagradaba a los concursantes y a la mayoría de los espectadores (otros lo pasábamos en grande). Astro entre los más grandes algunos se empeñaban en ver risas desquiciadas de enfermo mental. En su línea magistral, explotando su gran método interpretativo.

23.6.06

Un día es un día (1990). Pesadilla catódica 45/110.

Ángel Casas repetía espacio de entrevistas a actores americanos en decadencia, que dicho sea de paso cobraban un pastón por entrevista, caras (en el doble sentido de la palabra) conocidas por los espectadores, deportistas y amigos de la productora del director por si había algún cambio de planes de última hora.

La entrevista era acompañada por una actuación musical y ¡atención! un pedazo de STRIPTEASE. El primero de televisión española, lo que todo el público llevaba pidiendo desde que el abuelo Franquito agonizaba.

La gente que ve la tele, que no es tan tonta como intentan que sea, se dio cuenta de que esto era una pesadilla catódica como tantas que han aparecido en su espacio amigo. El programa aún así continuó sin el striptease… ustedes adivinan cuanto duró.
Por cierto, que Ángel Casas es de estos personaje que debe tener amigos de peso en el ente público, porque ha tenido más oportunidades que Curro Romero “pa entrar a matar”. Y no remata, como los garbanzos de Noblejas.

22.6.06

Y ahora... Encarna. Pesadilla catódica 44/110.


La tele y la radio, lo único que tienen en común es que son denominados medios de comunicación. Cualquier otro intento de buscarles parecido o comparación es del todo odioso.

Encarna Sánchez, la delas empanadillas, la amiga de Isabel Pantoja, la de las enseñanzas católicas y lecciones de civismo y humanidad presentó un espacio de contenido aburrido e ideas parafascistas trufado de odas a la sencillez del sabio, sencillo y conservador pueblo español. Pese a ello, fracasó.



Se le quedó la espinita clavada y desde esta época hasta el final de su vida arremetió cuanto pudo contra el medio televisivo (al fin y al cabo, decía que Antena 3 le había tendido una trampa al no publicitar suficientemente su espacio).

Godzilla, el de la gameboy

Sigo comentando los juegos de Go Go Godzilla! que diría el gran Scari Wo. Aunque más que Godzilla el diseño gráfico del personaje se parece sospechosamente a los dragones de Bubble Bobble ( y si no, juzguen ustedes mismos). El juego es del año 90, y de Godzilla tiene poco.



Fue el típico juego de plataformas e “inteligencia” en el que había que ir pasando pantallas, eso sí, Godzilla sólo se defiende a puñetazos de sus rivales. Me resulta muy complicado resaltar algo positivo del juego.


Los gráficos son bastante malos y como ya he dicho, Godzilla sólo se mueve de izquierda a derecha y pega puñetazos para defenderse. El sonido deja mucho que desear y no tiene ninguna canción digna del monstruo de la Toho, son musiquillas infantiloides que a mi personalmente me producen dolor de cabeza.
En cuanto a la duración del juego, son como 3 minutos, me pone nervioso la música y no saber que tengo que hacer para pasar las pantallas mientas me matan los infinitos enemigos que caen desde lo alto de la pantalla.
El juego no es nada divertido, ni siquiera entretenido. No se cómo Nintendo le dio la licencia (bueno, sí lo se…)


Sólo para fanáticos de Godzilla o de Bubble Bobble.

Hablemos de sexo. Pesadilla catódica 43/110.

Profiláctico programa que el admirado Ibáñez Serrador puso en manos de la Dra. Ochoa. Ella, en lugar de ponérnoslo en su sitio decidió dedicarse a comernos… el coco (no me sean malpensados). Mira que tenía posibilidades, porque la señora tiene cara de vicio y podría haber sido una revisión de “La profesora lo enseña todo”. Sin embargo, con intenciones de “normalizar el sexo y las relaciones sexuales” (¿a quién se le ocurrían los contenidos?) acabó siendo una especie de charlitas con el sexo como excusa.

El programa le cortaba el rollo a cualquiera porque se hablaban de temas como la eyaculación precoz, la impotencia y la zoofilia desde un punto de vista científico. En definitiva nada lúdico. Un intento de establecer una especie de cultura de la “vida sexual sana”. Menos mal que luego vendría Pepe Navarro a salvarnos…

“Luz roja” (1994) volvía a repetir el tag team formado por Ochoa/Chicho con idéntico resultado. Duró bastante menos. Quizá un preludio de la luz roja de mi querido “Semáforo”.

La tarántula (1990). Pesadilla catódica 42/110.

Creo que Antonio Herrero puso este nombre a su programa por la forma que tenía la mesa en la que se daba la tertulia los jueves por la noche en Antena 3. Sentaban cátedra (él y sus tertulianos) con un discurso del todo intolerable y alarmista.


El objetivo era desestabilizar el país con una especie de “todo va mal” del que supo aprovecharse el por aquel entonces secretario general del PP, señor Ansar para esa coletilla que algunos recordarán de “váyase, señor González”. Es una pena que el señor Herrero descendiera a la segunda división de las ondas de radio.

21.6.06

Starman, los nefilim y las camisas de leñador.

Hace algunos días ya que no pongo las manos sobre el teclado y sigo esperando ofertas de editores, organizadores de festivales de cine, productores de televisión y toda esa calaña de gente que sin saberlo hacen posible que exista este blog.

Dicen que lo prometido es deuda y hoy pago yo porque recientemente el señor Brithuss me lanzó un guante para que escribiera sobre Starman. Lo que el pobre no sabía es que iba a desencadenar una serie posts sobre el cine del Howard Hawks de los 80, el señor John Carpenter.



Quien espere encontrarse una película del nivel de La Cosa puede empezar a tirarse de los pelos de ahí mismo. El tema fantacientífico forma parte de la encrucijada de western y melodrama con el que el carpintero de cáncer en la piel “engañó” a los productores que le utilizaron como cuarto plato después de nombres como Adrian Lyne, John Badham o Mark Rydell. De todas formas, el resultado comercial fue bueno y aunque nos parezca increíble es su película más galardonada.

La historia comienza con el lanzamiento de la Voyager II con un mensaje de paz y amistad a otras posibles formas de vida en el universo infinito. Para fliparlo es que lleve grabado el “I can’t get no satisfaction” de los Rolling Stones. El caso es que la misiva llega a un planeta con vida y nos mandan a un extraterrestre que según mismo el reconocerá se dedica a hacer mapas de las estrellas. El recibimiento es el típico de los USA, un par de “misilazos bien plantaos y a tomar por culo”, por si acaso luego preguntamos.

Aquí empieza la crítica típica del tío Juanito a la estructura militar norteamericana y a su poder, porque incluso interceptan la radio de la policía para mejorar la búsqueda de ese extraterrestre. El fin que justifica siempre los medios. Más adelante prepararán un completo quirófano para practicarle la autopsia una vez capturado.

Pero volvamos a la peli, porque en estado ebrio y en bragas (modo fácil) lo espera Karen Allen, empeñada en pillarse el pedo del siglo con una botella de vino para superar la muerte de su marido en lugar de leer “La rueda de la vida” de Elizabeth Kübler-Ross. Es evidente que tiene una pistola para matar al ser extraterrestre que se ha autoclonado a través del unos cabellos de Bridges que la viuda ¡conservaba en el álbum de fotos! (aclaro para tranquilidad de los lectores que esta es la parte de ciencia ficción y Jeff Bridges sólo hay uno) inundando todo de color azul y que dice “salutaciones”. El siguiente paso será pedirle que lo lleve a Arizona, allí aparecerá en tres días la nave nodriza para llevarlo a casa. El coche es de lo mejor de la peli, un Ford Mustang pintado de negro y naranja.

La verdad es que el principio de la cinta es bastante lento, la acción tarda casi media hora en empezar a desarrollarse pero luego resulta entretenido como van siendo perseguidos por el Marshall de turno (el bueno de los malos) y por el ejército americano. Habrá algunos que estarán pensando si no voy a hablar del temita rollo sexual y de cómo deja embarazada a una mujer yerma.

Pues voy con ello porque es más complicado de lo que parece. Igual Iker Jiménez me coge la idea para alguno de sus escatolomentales espacios radiofónicos o televisivos. Starman no es ni más ni menos que lo que se conoce en el Génesis (sí, el primer libro de la Biblia) como nefilim. Una raza de gigantes que enseñaron al hombre el arte de la guerra, pero también la magia y la astrología. Es decir, a hacer ciencia. Esto mismo pasa en la mitología griega con Prometeo (le dan el fuego). Dios castiga la desobediencia con la muerte de los nefilim y la condena de sus rebeldes padres a la oscuridad del infierno. Es decir, los nefilim son mitad hombre mitad ángeles. En definitiva, Dios condena la fusión entre seres “diferentes”. La única excepción es su Hijo, Jesús (nacido de una concepción inmaculada e imposible en la que el ángel San Gabriel toma parte).
La historia parece sugerir que la raza humana se ha desarrollado gracias a la intervención de un grupo de rebeldes que son castigados por ello.



En la película aparecen más clases particulares de Cristología, Starman tiene el poder de sanación (aunque sea con ayuda de las bolitas de aceite que venden en The BodyShop), resucita nada más y nada menos que a la madre de Bambi, a la que había matado un cazador. De esta forma Carpenter nos desclava la espinita que teníamos en el inconsciente muchos niños que fuimos aterrorizados con ese cervatillo que se había quedado sin mamá (seguro que tiene alguna connotación psicoanalítica).
Su otro milagro, que también emparenta con la Disney es el beso con el que resucita al personaje de Jenny Hayden y que tiene mucho de Blancanieves.
El último ejemplo de milagro imposible es que se pone a nevar en el desierto de Arizona cuando llega la nave a salvarlo.

Todo el metraje es un viaje iniciático por las diferentes Américas que constituyen la capital del imperio, mítica es la parada en Las Vegas a la que paradójicamente llegan sin dinero. El extraterrestre es capaz de trucar las tragaperras y saldrán de allí en una limusina a cambio de una moneda.

Jenny no llegó a tener a su bebé en la película. Sin embargo en la serie de televisión, hecha en 1.986 se narra el proceso de reunificación familiar siguiendo los pasos del padre y el hijo, que van buscando a la madre en moto (como Marco y su mono). Para el recuerdo ese niño con un ojo mirando a cámara y el otro a Oriente que iban haciendo el bien por esas carreteras de Dios… y huyendo del ejército (como el Equipo A).



Mi conclusión personal es que nunca una camisa de cuadros de leñador rojos había dado para tanto. Esa camisa debe valer una pasta. Bridges, parece más el niño salvaje de Aveyron que un extraterrestre supertecnológico. Está “empanao” y toda la película está trufada de gags absurdos como: cuando el semáforo está verde pasas, cuando está rojo paras y cuando está en ámbar aceleras… lo he aprendido de ti… O cuando le pregunta: ¿por qué el postre se como al final?

La película me gusta porque se intuyen esas características que han hecho el cine de Carpenter sorprendente y diferente (aunque nunca sabes si te va a tocar una peli sorprendente o sólo diferente), que siempre incluye reminiscencias de géneros tan amados por el que escribe como el western. Que siempre aporta crítica social (cosa que en su país no es fácil). En definitiva, que me gusta la peli ostias. De la serie no tengo un recuerdo muy claro.


14.6.06

26 veranos respirando.

Pues eso amiguitos, que hoy, además de debutar la selección española (esperemos que hagan el ridículo para mantener su trayectoria) es una efeméride muy importante en este país, que digo, en Europa.

Sí, hoy es mi cumpleaños y os deseo a todos que tengáis un buen día. Y que os vaya la vida tan bien como va a mi.

La propuesta que os hago es que me cantéis canciones de cumpleaños originales, y luego elegimos cual puede ser la mejor, como el "a por ellos" del mundial.

Propongo la de Parchís:

Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz,
te desean tus amigos de Parchís...

Sara y punto (1990). Pesadilla catódica 41/110.

A veces me pregunto si de verdad ocurrió eso que cuentan los folletines de época franquista que dicen que Sara Montiel triunfó en Hollywood con “El último cuplé” en 1.958. De todas formas decidió quedarse ahí, en su puro y en ese divismo trasnochado de drag queen esperpéntica, una especie de caricatura de una caricatura en la que ya no se sabe cual era cual.

Pero como buena española, la nena por antonomasia de este país decidió volver con nosotros en vez de aprovechar la coyuntura para ser una gran estrella en Estados Unidos. Ha ido envejenciendo a regañadientes entre gasas y filtros ópticos que disimularan sus arrugas ante las cámaras de televisión.


Sara y punto tuvo sus continuaciones a lo largo del tiempo, cada vez más esperpénticas. Un compact de música cuplé-bakalao y su “boda” con ese cubano de cuyo nombre no quiero acordarme no son sino los verdaderos estertores de la fama, que todavía llegan en forma de playback a nuestros sensibles oídos cuando menos lo esperamos.

13.6.06

3x1: “¡Viva el espectáculo!”, “Encantada de la vida” y “Los chistócratas”. Pesadilla catódica 40/110.

Función de barraca de feria en la que Concha Velasco dilapidaba su prestigio entre coplas, canciones y entrevistas a amigas… despreocupada de sus invitados (ya decía la canción que la que quería ser artista era ella).

Ese falsete insoportable que detesto en ella enseñando sus perfectos dientes postizos pasó de Antruño 3 al canal antiguamente llamado Tetacinco, actualmente Telecirco en el que exprimía al máximo su cutrez en comedias obsoleto-castizas y teatrillos para lucimiento de la artista.
Ya que nos había hecho odiar las representaciones “dramatúrgicas” (la crisis del teatro es culpa tuya Concha) se afilió al mundo del humor, no se que era peor: su pose de siempre o los chistes malos.

Queda para el recuerdo de la pesadilla catódica en el inconsciente colectivo la imagen de Will Smith y Alfonso Riberio (“Carlton”) cuando vinieron a España para promocionar “El príncipe de Bel Air”. De esto ya hace 16 años y Antena 3 sigue quemando lo que ya no prende…

12.6.06

Pero... ¿esto qué es? (1989). Pesadilla catódica 39/110.

Enésimo intento de espectáculo para los viernes por la noche de la primera cadena. Envilecido y subnormalizado a más no poder, centrado en conseguir gran audiencia podemos concretar que devastó niveles de gilipollez hasta rayar lo grotesco. A ello contribuían las siguientes secciones del programa:


- Horroróscopo: Eloy Arenas repetía el numerito del 1,2,3 responda otra vez. Qué se puede esperar de este personaje escribiendo y Mónica Randall actuando…
- Las Virtudes: El otro día salieron en el programa del guarruzo de la cocina, ese tal Andrés que es tan famoso en el extranjero porque aquí no lo quiere nadie, y seguían con los mismos chistes de hace 18 años.
- Canciones para el recuerdo: Nacho Dogan de Louis Armstrong atentando contra cualquier tipo de género musical reconocible.
- Cruz y Raya, primerizos imitadores con el baile de San Vito que desquiciaban ya a cualquiera en esa época.
- Canal Privado, una especie de comedia de situación sobre una emisora de televisión en la que todo salía al revés (con estrella invitada).
- El test de Lola, un robot que hacía cuestionarios a los invitados.
- Y Vicky, una especie de coneja de dibujos animados (claro plagio de Roger Rabbit) que iba botando por el estudio cuya gracia consistía en que era ninfómana.



Este engendro lo presentaron Elisa Matilla, Jacqueline de la Vega (¿Cuántos años tienes?) e incluso Carlos Mata (sí, el de las telenovelas). No se si se nota mucho que a mi los programas del “espectáculo” no me han ido mucho nunca.

10.6.06

Plástic (1989). Pesadilla catódica 38/110.


Musical underground y totalmente transgresor, intento de sosa rebeldía juvenil inocente, ingenua y pava . Curiosamente tuvo una segunda parte del mismo programa que se tituló “Sigue, sigue Plástic”. Presentaban Tinet Rubira y David Bagés, rubio gordito cuatro ojos con unas habilidades sociales de la leche (no le quedaba otro remedio) y el moreno larguiruzo punk.

La gracia del programa estaba en que iban caminando por la calle e ¡invitaban a la gente a una megafiesta en su casa! Tampoco era para tanto, una Nelly currada estilo finales de los 80, música en directo y en lp’s, videoclips y escenas de ligoteo que agradezco a mi memoria mantener ahí, en ese rinconcito lejano de mi “celebro”.

No se si se preguntan ustedes donde estaban las drogas y el sexo pero el guateque estaba censurado. El público ponía unas jetas de mal rollo impresionante, entre asustados, incómodos y de mala ostia ante los cámaras de tve.

Yo creo que intentaban emular a Wayne y Garth en su canal pirata pero les salió una especie de fiesta en la plaza del pueblo arcaica sin vitalidad y sin ninguna actitud de rebeldía.

9.6.06

V, el videojuego


Una raza de malvados y reptilianos alienígenas, los Visitantes (por eso lo de V, les venceremos en la lucha final los hombres lagarto… victoria final) están intentando hacerse con el planeta, como los americanos (es lógico, y tenían que haber empezado por España por aquello de que a los lagartos les gusta ponerse al sol). Los humanos, con Michael Donovan como líder de la resistencia (y personaje al que manejamos en el juego) van a destruir la nave nodriza de los extraterrestres poniendo bombas en los puntos clave de la misma.

Y ustedes pensarán que los visitantes como están todo el día comiendo ratones (lease hamburguesas del McDonalds) son gilipollas. Pues no. Se les ha ocurrido plagar la nave de robotines de destrucción masiva para prevenir visitas como la nuestra (o la de mr. Donovan), pero no debe dárseles muy bien la robótica con esas manos de lagarto y sólo han desarrollado 4 tipos de maquinillas que pululan a lo largo de la nave pa joder la pava. Son las siguientes:

1) Vigilantes - Estos son los que te van siguiendo y si te pillan dan aviso de que andas por ahí, pero la verdad es que mucho mucho no hacen.
2) Bedeles - Son roboces inofensivos; hacen que hacen cosas por la facultad, digo por la nave.
3) Porteros 3x4 – Están detrás de las puertas y son de los más grandes, si te pillan la has cacao porque con calcetines blancos no pasas a la discoteca por mucho que conozcas a Pocholo.
4) Seguratas – Temidos como los jinetes del apocalipsis (ese que empezamos el otro día) son rápidos y peligrosos, sobre todo los que tienen pistola y se la llevan luego a casa cuando terminan su jornada de trabajo en la nave nodriza.

Todas estas máquinas están previamente electrificadas, y son como los marines (los que no han hecho ese cursito de ética de 5 horas que les va a dar Fernando Savater, sólo hay que ver a su hijo) porque dan descargas eléctricas a todo lo que se menea de cerca. La descarga de la risa, eh….



Abajo de la pantalla hay tres monitores. El de en medio dice cuantos puntos llevamos en el juego. El de la izquierda hace que nos enteremos de las órdenes que tienen los robots que están cerca y se ven los partidos del mundial y los canales del Digital +. En la de la derecha hay una especie de calculadora de euros que en lugar de números tiene doce teclas, porque los alienígenas no tienen cuentan con base decimal sino con base 6 (¿pero a quién se le ocurriría poner esta tontería?

La dinámica del juego consistía en ir abriendo puertas a base de meter códigos de los que decodificaban canal + y ver si así se abren las puertas para ir poniendo las bombas. A todo esto en un tiempo limitado. También hay puertas de teleportación que te llevan de un nivel a otro de la nave (con lo barato que hubiera sido poner un ascensor normal).


En su momento el juego fue recibido bastante bien, imagino que por el fervor que causaba la serie (qué decepción me llevé cuando fui al circo a ver a los de V, es que el circo que iba a mi barrio era muy original). Puntuaciones entre 7 y 8 sobre 10.

El juego ha perdido mucho con los años, porque la jugabilidad que presenta es más bien poca. La historia no tiene ninguna relevancia en el desarrollo del juego. Una licencia más que fue desaprovechada (las comentaremos más escandalosas) por Ocean en el año 1986.

El mundo por montera. Pesadilla catódica 37/110.

Siempre he pensado que Fernando Sánchez-Dragó es un buen escritor, e incluso no es mal pensador (su desarrollo sobre cultura gitana es de los más interesantes que he leído). Pero no se qué le pasa que cuando le llevan a la tele se hace pajas mentales, se le quema el cableado y conduce espacios del todo extraños o marcianos (quizá geniales, de lo mejor de la telebasura española).

El mundo por montera fue un cultural de esos en los que Sánchez Dragó invitaba a sus amigos y llevaba todos los libros que tenía en casa para que los niños los viéramos y no se nos ocurriese leer. De desarrollo atonal sólo roto por los exabruptos reaccionarios que siempre he pensado que sacaba a relucir para chulear y hacerse la Lisa Simpson (al fin y al cabo puede hacerlo) quedó relegado a altas horas de la noche, ya que su contenido ayudaba a conciliar el sueño a las almas insomnes.



Tertulia sobre lo divino, lo humano y el siempre buen hacer de los egocentristas invitados (al fin y al cabo iban a hablar de su libro, Umbral se equivocaría de programa años después) que fue “empañada” con uno de los momentos más divertidos y provocadores de vergüenza ajena de todos los tiempos de la televisión. Como ustedes sabrán me estoy refiriendo a ese estado de Fernando Arrabal cuando fue abducido por el dios Baco en pleno desarrollo de argumentos “mineralistas” y monólogos mientras se caía al suelo o se subía encima de una mesa. Desde ese momento el nivel de audiencia del programa aumentó, se llenó de morbosos deseando ver otra melopea sin par. De hecho desde este momento aumentó la cantidad de bebidas alcohólicas disponibles en el mueble bar de los invitados de programas. Sólo hay que ver en el estado que salen algunos famosos a Salsa Rosa de Telecirco.



Posteriormente, y en pleno período del Aznarato tuvo otro momento bastante interesante en ese programa denominado “Negro sobre blanco” (¿o era “Blanco sobre negro?”, que pena confundo el original con la parodia de los horribles Cruz y Raya) en el que Alejandro Jodorowsky (Curiosamente fundador con Arrabal, según dicen algunos del llamado teatro pánico, por cierto ¿Cuánto durará su marcianada en la 2?) le echaba las cartas del Tarot y el otro se hacía el listo en plan antropológico.

6.6.06

La casa por la ventana (1988). Pesadilla catódica 36/110.

Los martes, a eso de las diez y media de la noche, y en la 2 empezaba el programa más vapuleado por la crítica “oficial” de todos los tiempos. Era la primera vez que una persona que había crecido en la telebasura tuvo la posibilidad de hacer un programa. Nada más y nada menos que el señor Alfonso Arús.



De todas formas, no es un espacio del todo original, tuvo como padre un concurso de Antena 3 Radio en el que intervenían dos familias con sus mascotas y que fue genial. Y es que “la casa por la ventana” es una especie de “13 rue del Percebe” hecha concurso. Retrató lo más cutre de este país sin complejos y sin temores. Situaciones imposibles, absurdos, pruebas tronadas heredadocopiadas del programa Sabadabadá… y cambio una serie de puntos que se podían ¡canjear en una tómbola!, un moro con sus artículos de saldo, un bar con su terracita. Y lo fundamental el descubrimiento de el señor Barragán y Bernardo (sin ellos la tele no hubiera sido la misma, seguro). Recuperaciones de los hermanos Calatrava (tengo pendiente repasar su filmografía), John Belusi, Chevy Chase, Dan Aykroyd… No se entendió, o no entendieron la novedad del espacio.



Años más tarde Arús volvió con “Al ataque” (que mala suerte chato), “El Chou” y un “Especial Nochevieja” que espero alguno de ustedes conserve, a cambio les doy mi alma.

5.6.06

Entre líneas (1988). Pesadilla catódica 34/110.

Ningún programa televisivo de actualidad literaria ha tenido nunca éxito (ni lo tendrá) en televisión. Rincón del aburrimiento, mansión de los prepotentes que van de sabelotodos y escupidera de ratones de biblioteca es el espacio que hoy nos ocupa: “Entre líneas” (que es como tiene que jugar España en el mundial). Hubiese tenido éxito si lo hubiese presentado Carmen Alcayde en un formato similar al “Aquí hay tomate”.



Le sobraba seriedad, presentaba Carmen Posadas, señora de Mariano Rubio que organizaba mesas redondas alrededor de las plumas (léase en ambos sentidos) más interesantes de la época.

El programa comenzaba con la lectura de unos versitos por parte de un poetilla, doña Carmen leía fragmentos de libros o interrumpía a los escritores para meter alguna cita de algún autor célebre que demostraba así ante todos lo lista que es. Por cierto, que nunca he leído ni espero leer ningún libro de la susodicha (es del único autor que me atrevo a decir esto) por prepotente.


Resucitaba a los muertos de lo aburrido que era…

2.6.06

El asombroso mundo de Pocholo y Borjamari (2004)

Medio de coña, medio curioso por ver lo cutre que puede llegar a ser una peli se me ocurrió ver el asombroso mundo de Pocholo y Borjamari el otro día. La película comienza con la fiesta de fin de curso en el Aguacates (nuestra gente, nuestras niñas, nuestras copas), Pocholo y Borjamari comienzan la vida de universitarios y no saben si estudiarán en el ICADE o en el CEU. Tienen una vespa que les da el aspecto de súper canallas y son los famosos del instituto (con sus náuticos blancos).



Veinte años después los hermanos continúan en la universidad, el primo Quitín no les deja los apuntes para uno de sus exámenes. Dicen que van a trabajar en las bodegas O’Shea. Su otro primo Pelayo ha alcanzado la fama gracias al snowboard y les comenta en secreto que Mecano van a volver a tocar juntos en un concierto único.

Y pensaréis, ahora es cuando va a empezar a decir que la peli es una puta mierda… Pues no, es de lo mejorcito que he visto en mucho tiempo. Os explico los porqués más abajo.
La película coge los paradigmas acerca del mundo y de las cosas y los hace temblar.



Por ejemplo, eres un pijo, pero un pijo de los de antes, de los de Lacoste y náuticos sin calcetines con el jerselito encima de los hombros. Pues te jodes y lo sigues siendo. Que eres un heavy pues lo eres y te aceptas a ti mismo. No vale eso de ahora voy y digievoluciono en techno, en satánico o en su puta madre. Es el primer tema, la asunción de etiquetas y la lucha de clases. Pocholo y Borjamari no tienen que esperar fila para entrar en el Aguacates porque le han sido fieles, el problema es que el Aguacates no le ha sido fiel a ellos. Asumen las etiquetas que los han puesto, son guays y molan, aunque se roce el esperpento en algunas situaciones (y es que la película tiene mucho del señor Valle-Inclán).

A Pocholo y a Borjamari les gusta Mecano, es su grupo y tienen el deseo latente de que vuelvan a tocar (el número del clip Aire acaba haciéndose un poco largo) y empiezan un viaje iniciático a través de la carretera dirección a la Warner (quizá porque sea el sitio en el que los niños cumplen sus sueños). Un estilo al viaje de Frodo, e incluso al de Ulises. Un viaje en el que aprenderán las cosas más importantes de sus vidas: descubren el amor en la amiga pija como ellos de Pelayo, aprenden a beber en botijo (por aquello de la “común unión” necesaria entre lo rural y lo urbano tan antitéticos en apariencia), escuchan su primera historia de mal de amores (hasta ahora habían coqueteado con las niñas entre copa y copa), Pelayo tienen la necesidad de cagar por primera vez fuera de casa (primera experiencia iniciática de niño pequeño que había pospuesto y lo mantenía en una fase anal psicoanalítica). Y finalmente, a través de las drogas consiguen la liberación de sus vidas en un estallido de felicidad que les comunica con otra realidad, su realidad necesaria (aquí hay mucho Huxley). El viaje iniciático acaba bien, Paloma seguía siendo infeliz tratando de acomodarse en un mundo que no le pertenecía. Su realidad está desde el principio junto a Pocholo y Borjamari. La folie a “deux” pasa a ser a “trois” y en el que suscribe a “quatre”. De hecho la Praderita es un ejemplo viviente de esta esquizofrenia, de este yo me paro (un ratito) y que el mundo siga por donde le salga de los huevos.



Sólo decir, que la felicidad se empeña en perseguir a las personas como Pocholo y Borjamari durante toda su vida. Quizá sea el intento español de dos tontos muy tontos pero con un transfondo filosófico que te cortará las venas si no quieres verla como una broma pesada. Por cierto, que a Santiago Segura le queda grande el papel de Borjamari, Pocholo se le come. Le pasa como en Torrente 2 con Gabino Diego.

Circo pop. Pesadilla catódica 34/110.

Agüita de la del grifo que viene fresquita. Una mezcla entre la España posmoderna y un borrico cargado de botijos y chorizos del pueblo. Juan Villaescusa, que había sido colaborador de Gaby, Fofó, Miliki, Fofito, Milikito y Rody (no se si me dejo a alguno) deja el circo para pasar a la tele (supongo que a ganar fortuna).

La juventud no acude al circo, pues que el circo acuda a la juventud a través de la televisión. ¿Alguno se acuerda de cuando echaban el Festival de Montecarlo con la Carolina, la Estefanía y Rainiero? Triste, verdad. Pues Villaescusa dijo levanto una carpa de circo en un plató y entre los payasos y los malabaristas que toquen los Hombres G.

Resultado, el programa no nos gustaba a los que nos iba la música ni a los que preferían el circo, además la jugada se completaba con un terceto gris cemento: Raquel Vega, Karra y Josean.

1.6.06

Los mundos de Yupi. Pesadilla catódica 33/110.

Hay programas, series y espacios televisivos por los que no pasan los años. Barrio Sésamo, Fraguel Rock, e incluso si los descontextualizan de su temporalidad la bola de cristal o Pumuki son ejemplos de programas buenos, hechos a mala leche y de inteligencia desbordantes. Bueno, que la última versión de Barrio Sésamo que grabaron en Barcelona era una memez, llena de personajes idiotas y de situaciones chorras para niños tontos.

Los mundos de Yupi intentó ser el heredero del Barrio Sésamo de Espinete, Don Pimpón, Chema, Ana y Julián (entre otros). Fruto de una auténtica conspiración (además al más puro estilo MKUltra americano) cuyo fin era socializar, alienar y amansar a los niños para que se fueran acostumbrando.



Consuelo Medina se metió dentro del extraterrestre amarillo, peludo y soso a más no poder y Alfonso Vallejo dejó de hacer el papel de Don Pimpón para convertirse en Astrako (otro viajero galáctico con parecido a Cyrano de Bergerac).

Como nos pilló en el inicio pubertario le dedicamos esta canción en el cole:

Yupi se va
A casacarse una paja espacial,
Vamos todos con él,
A cascárnola nosotros también,
Ya está aquí,
Ya llegó,
Es la madre de Yupi que ya nos pilló,
Los mundos de Yupi,

Por cierto, desde estas líneas le planteo mi apoyo a Emma Cohen. No es verdad que los niños odiáramos a la gallina Caponata, eso se lo inventaron los de la tele para despedirte.