La Pradera Sin Ley

La Pradera Sin Ley, también conocida como la pradera sin madre evoca una época de grandes descubrimientos que serán redesvelados a través de este blog. Todo lo que aquí se describirá tuvo existencia real (aunque fuera por momentos).

20.4.06

Circo (1982). Pesadilla catódica 9/110.

Después de ver El tren, los domingos a eso de las cuatro de la tarde continuabamos con Circo. Los papeles protagonistas recaían en otra de las parejas (como Pepe Sancho y María Jiménez) que más se han querido de todos los tiempos en este país (todo hay que decirlo).

Por un lado estaba Bárbara Rey, cuerpazo de impresión en sus años mozos no se porqué ahora le ha dado por hacer el ridículo a su edad siendo portada de interviú verbigracia Adobe Photoshop. Por otro lado estaba el macho man por excelencia Angel Cristo.



Los dos estaban dispuestos a enseñarnos como era un día en la vida del circo. Por aquel entonces todavía quedaba algún rescoldito de Los Payasos de la Tele. Todo se amenizaba con saltitos y actuaciones del domador y del personal del circo.

En fin, números de circo patéticos, Bárbara Rey intentando cantar (cuando lo tuyo era enseñar pechuga), coreografías made in manicomio (enanos volando, payasos zancudos, animales que olían mal hasta por la tele...)

Desgraciadamente no era Cecil B. De Mille, ni siquiera el clan Aragón. Era un matrimonio de la prensa rosa de la época que instaló su negocio (una carpa de circo) en Prado del Rey.