En busca del tesoro (1984). Pesadilla catódica 11/110.
Mítico espacio televisivo donde los haya. Una pena que tan solo durase 13 programas (les tuvo que salir muy cara la gracia a TVE).
Isabel Tenaille acompañada de la pareja de concursantes se encargaba de dirigir y orientar a Miguel de la Quadra Salcedo (airgamboy español por excelencia) que se situaba en paradisiacos lugares de Mexico, Tailandia y Brasil a fin de que llegara a unos puntos geográficos concretos en los que encontraría tres objetos (el tesoro).
Una especie de gymkana aparatosa que consistía en ir viendo a Miguel yendo de un sitio para otro cargado con una espectacular mochila donde llevaba las baterías de auriculares y micrófono (aunque imagino que mucho peor lo pasaría el cámara que lo acompañase).
En definitiva era un desfase de programa, una idea acojonante... Un reportero teledirigido por los concursantes que se perdía por la selva, el desierto (ojalá volvieran a hacer el programa con Matías Prats) y esperaba las decisiones absurdas de la pareja concursante.
El programa tuvo momentos delirantes: Miguel abandonado a su suerte (aunque sabíamos que tenía un helicóptero con él), intentando preguntar algo a un índigena que lo único que hacía era sonreir a la cámara... por encima de esto ese grito típico del programa: "¿Me se oye?, ¿Me se escucha?).
Y es que los enlaces via satélite no funcionaban casi nunca bien, por lo que el programa tenia momentos deliciosos. Otras veces se iba la imagen justo cuando empezaba una carrera contrarreloj o una prueba a vida o muerte.
Todo se alargaba y aletargaba al personal, había ayudas preparadas que cantaban y esas trampitas... Se les fue de las manos.
Isabel Tenaille acompañada de la pareja de concursantes se encargaba de dirigir y orientar a Miguel de la Quadra Salcedo (airgamboy español por excelencia) que se situaba en paradisiacos lugares de Mexico, Tailandia y Brasil a fin de que llegara a unos puntos geográficos concretos en los que encontraría tres objetos (el tesoro).
Una especie de gymkana aparatosa que consistía en ir viendo a Miguel yendo de un sitio para otro cargado con una espectacular mochila donde llevaba las baterías de auriculares y micrófono (aunque imagino que mucho peor lo pasaría el cámara que lo acompañase).
En definitiva era un desfase de programa, una idea acojonante... Un reportero teledirigido por los concursantes que se perdía por la selva, el desierto (ojalá volvieran a hacer el programa con Matías Prats) y esperaba las decisiones absurdas de la pareja concursante.
El programa tuvo momentos delirantes: Miguel abandonado a su suerte (aunque sabíamos que tenía un helicóptero con él), intentando preguntar algo a un índigena que lo único que hacía era sonreir a la cámara... por encima de esto ese grito típico del programa: "¿Me se oye?, ¿Me se escucha?).
Y es que los enlaces via satélite no funcionaban casi nunca bien, por lo que el programa tenia momentos deliciosos. Otras veces se iba la imagen justo cuando empezaba una carrera contrarreloj o una prueba a vida o muerte.
Todo se alargaba y aletargaba al personal, había ayudas preparadas que cantaban y esas trampitas... Se les fue de las manos.
5 Comments:
At 2:56 p. m., Aura said…
Jajajaja. Que fantástico blog para recuperar los paisajes de mi infancia. Hay programas de los que habla que recordaba muy vagamente y me han venido de golpe a la mente.
Que nostalgia tan tonta me da.
¡Un saludo!
At 2:23 p. m., Anónimo said…
Pues yo no me acuerdo de casi ninguno, ¡Hay, de mi fragil memoria!
At 6:41 p. m., Pussy Galore said…
Yo de este me acuerdo vagamente, qué genial!
At 12:35 p. m., Anónimo said…
aura esta como una puta cabra, tenemos que mejorar la analítica, te recomiendo que te metas conmigo.
At 2:51 p. m., Anónimo said…
En mi casa comentábamos siempre la cara de mala leche que se les quedaba a los presentadores cuando los concursantes ganaban.
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